El cierre de al menos 338 plazas comerciales solo en la Ciudad de México y la suspensión por más de tres meses de innumerables tiendas departamentales como Liverpool, Palacio de Hierro y Sears, además de la invitación a no festejar con reuniones el Día del Niño, el de la Madre y el del Padre, ‘derritieron’ las ventas de chocolates en México.
México es el décimo tercer país que más produce cacao y chocolate en el mundo, pero la demanda de este producto en presentación de confitería tuvo su mayor reducción desde que se tiene registro.
Sólo en abril, cuando inició el cierre de actividades esenciales, la venta de chocolate en tabletas, figuras, con fruta, cereales y rellenos fue de 3 mil 425 toneladas, una caída de 7.1 por ciento frente a lo registrado en igual periodo de 2019 y la variación negativa más pronunciada para un mes similar desde que reporta el INEGI.
Firmas como Mars, Ferrero, Nestlé, Picard, Turín, La Suiza, Lindt Lindor y Laposse, que colocan sus productos en tiendas departamentales, especializadas, teatros, cines, parques de diversiones y salas de conciertos, vieron al menos tres ocasiones de venta pérdidas ante la limitada celebración de tres fechas para la comercialización de confitería: el 30 de abril, 10 de mayo y el 21 de junio, además del cierre de centros de entretenimiento.
En México, a finales de marzo se declaró emergencia sanitaria por COVID-19, lo que obligó a cerrar tiendas departamentales, que recién comenzaron a abrir ayer en la capital del país, además de teatros, cines y salas de conciertos, lo que generó una baja en la demanda de chocolate a niveles récord.
Alicia Páramo Ortega, directora general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco) –que agrupa a firmas como Barry Callebaut, Bremen, Mars México, Ferrero, Hershey´s, Lindt y Picard, entre otros–, dijo que sólo el chocolate en polvo y el usado dentro de procesos industriales continúo su consumo, pero el destinado al consumidor final enfrentó hasta la desinformación de autoridades locales.
“En algunos municipios decían que no era esencial, cerraban tiendas y pasillos de supermercado con el producto, nuestros asociados nos llamaban para aclarar este tema con las autoridades”, contó.
“Esto pasó en Oaxaca, Guanajuato, Guerrero y San Luís Potosí, en este último hay una cadena de dulces muy típicos llamada Costanzo, les empezaron a cerrar sus tiendas, porque la autoridad sanitaria estatal no tenía entendido que era una actividad esencial. Para impuestos y etiquetado somos alimentos, cómo que ahora por la pandemia no”, agregó la directora.
Páramo Ortega dijo que este tipo de conflictos generó que la venta de chocolate en esas entidades se frenara por cuatro semanas.
Le pega también a exportación
La pandemia también impactó las exportaciones de este producto. En abril se enviaron al extranjero 202.5 toneladas de chocolate preparado, 30.5 por ciento menos que lo registrado en el mismo lapso de 2019; y es la mayor reducción desde que se tiene registro, según datos del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI) de la Secretaría de Economía.
Fabiola Palma, CEO en Continental Best Internacional, contó que ellos son proveedores de los parques de diversiones de Disney en Estados Unidos, pero ante el cierre de estos centros de entretenimiento, se afectaron sus ingresos.
“Se redujeron 98 por ciento nuestras exportaciones de chocolate, hemos podido enviar producto porque trabajamos con nuevas herramientas como es el e-commerce. También observamos un mayor interés por nuestro producto en naciones del Medio Oriente, donde lograron tener una mejor contención de la pandemia”, aseguró Palma.
Estados Unidos es el principal destino del chocolate mexicano, pues representa 37.1 por ciento del volumen total que manda el país al exterior, mientras que Guatemala es el 19.1 por ciento y Chile el 12 por ciento.
Ante la pandemia, como todos los sectores económicos, la industria del chocolate mexicano iniciará un proceso de transformación, principalmente en su comercialización y contacto con los consumidores.
“Nosotros creemos que tenemos que adaptarnos a la nueva realidad, el uso de herramientas digitales hace que trabajemos en nuevas líneas de comercialización”, comentó Palma
Mientras que Alicia Páramo Ortega, CEO de Aschoco, dijo que ellos como alimento tenían procesos de cuidado a la salud “pues al tratarse de alimento, tenían estas medidas”.
Fuente: america-retail.com