NRC descubre nueva toxina de mariscos que causa envenenamiento por ciguatera
El Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC) ha descubierto una nueva toxina de mariscos responsable del envenenamiento por ciguatera.
La toxina, conocida como ciguatoxina, se encuentra en peces grandes como la barracuda, la morena, el pargo y el mero, y puede causar hormigueo y entumecimiento en los dedos de las manos y los pies, náuseas, dolor abdominal e incluso envenenamiento.
El envenenamiento por ciguatera afecta aproximadamente a 500 000 personas en todo el mundo cada año y proviene de las algas consumidas por estos peces. Si bien anteriormente se sabía que las toxinas se encontraban en el Mar Caribe, el Océano Índico y el Océano Pacífico, recientemente se detectaron en nuevas regiones, incluidas las Islas Canarias, el Mar Mediterráneo oriental y el Golfo de México occidental. Sin embargo, la fuente de ciguatoxinas en el Caribe seguía siendo esquiva a pesar de casi tres décadas de investigación.
El avance se produjo este año cuando los científicos del NRC, en colaboración con expertos de los Estados Unidos y Noruega, se embarcaron en una búsqueda meticulosa del productor caribeño de ciguatoxina. Sus esfuerzos involucraron una extensa recolección y análisis de algas, con un enfoque en las especies recolectadas de las aguas que rodean las Islas Vírgenes de EE. UU. Finalmente, los investigadores del NRC identificaron con éxito la nueva ciguatoxina de algas y demostraron su metabolismo en especies de peces asociadas con el envenenamiento por ciguatera.
Pearse McCarron, líder del Grupo de Metrología de Biotoxinas de la NRC, elogió el descubrimiento como innovador y afirmó: “Los hallazgos permitirán desarrollar métodos y estándares para ayudar a los laboratorios de seguridad alimentaria a monitorear y manejar la ciguatera. Esto contribuirá en gran medida a abordar el problema y, con suerte, a prevenir enfermedades en los humanos”.
La participación del NRC en la investigación fue parte de un esfuerzo de colaboración más amplio con la Universidad del Sur de Alabama, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de las Islas Vírgenes de EE. UU. y el Instituto Veterinario de Noruega. Los equipos de EE. UU. recogieron muestras de algas de los arrecifes de coral del Caribe y las examinaron en busca de toxicidad, mientras que la NRC llevó a cabo la identificación y el perfil químico para determinar la estructura de la toxina. Investigadores noruegos confirmaron la transformación de la toxina de las algas en la toxina de los peces mediante experimentos de incubación de enzimas.
Mirando hacia el futuro, Pearse enfatizó que la NRC continuaría con los esfuerzos de colaboración para desarrollar herramientas metrológicas de próxima generación para manejar el problema de la ciguatoxina. También planean trabajar con socios para crear materiales de referencia certificados que los laboratorios de prueba e investigación en Canadá y en todo el mundo puedan usar para medir estas toxinas con precisión.
Fuente:foodsafetynews.com
14 agosto 2023