Por qué es hora de una coordinación mundial contra la contaminación por plásticos
Los Estados miembros de las Naciones Unidas se reúnen para negociar un tratado sobre la contaminación por plásticos.
Para tener alguna posibilidad de cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París, se requiere una reducción del 3% en el uso anual de plástico virgen mundial procedente de combustibles fósiles.
Los CEO’s de Nestlé y Danone piden a todos los integrantes de la cadena de suministro de plásticos que colaboren para acabar con la contaminación por plásticos.
Con los gobiernos miembros de las Naciones Unidas negociando esta semana en París un tratado sobre la contaminación por plásticos, nunca ha sido mayor la necesidad de una actuación coordinada y coherente de todos los agentes de los sectores público y privado a escala mundial. El uso del plástico está creciendo en todo el mundo y se prevé que casi se triplique para 2060, debido al aumento de la población y de los ingresos.
Para tener alguna posibilidad de cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París, es necesario reducir un 3% el uso anual de plástico virgen procedente de combustibles fósiles en todo el mundo. Sin normas a escala internacional, el actual mosaico de reglamentos que definen las estrategias de reducción será, en el mejor de los casos, ineficaz y, en el peor, contraproducente. Nuestro planeta no puede permitirse el lujo de adoptar planteamientos a la carta. Tampoco sus habitantes.
Como líderes empresariales, hemos tratado de abordar los usos innecesarios de los plásticos en nuestras respectivas cadenas de suministro. Hemos trabajado para minimizar los plásticos vírgenes y acelerar los modelos de entrega alternativos. Sin embargo, no podemos eliminar los plásticos por completo. En esos casos, nos esforzamos por utilizar únicamente plásticos que puedan incorporarse a una economía circular, es decir, que sean reutilizables, reciclables o compostables.
Pero la acción voluntaria de las empresas y sus dirigentes sólo puede ser una parte de la solución. La experiencia nos ha enseñado que hay varios factores cruciales que deben tenerse en cuenta a la hora de abordar los problemas relacionados con los plásticos. Además de nuestro trabajo sobre este tema, necesitamos la actuación de toda la cadena de suministro, de las empresas productoras de plástico, los minoristas, los servicios de recogida de residuos y, en última instancia, de los propios consumidores.
Se necesita una normativa cohesionada
Para llevar a cabo este cambio en todo el sistema, necesitamos una normativa cohesionada. Necesitamos una normativa que defina una estrategia global sobre cómo reducir la producción y el uso de plástico virgen. Dicha estrategia debería esbozar criterios comunes, o vías, para eliminar el uso de plásticos y reutilizar los plásticos que no podemos erradicar, incluida la definición de nuevos modelos de suministro.
Necesitamos una regulación que describa cómo haremos circular todas las piezas de plástico que no puedan eliminarse, incluidas normas para el diseño de productos y sistemas de reciclaje, así como para los programas de responsabilidad ampliada del productor (EPR, por sus siglas en inglés). La regulación mundial debe proporcionar normas de seguridad comunes para los plásticos reciclados y un enfoque compartido para abordar el sector informal de la gestión de residuos. Durante demasiado tiempo la gestión de residuos no ha sido una prioridad y este vacío lo han llenado los trabajadores del sector informal, que se han dedicado a la recogida, clasificación y comercio de residuos. En la actualidad, el sustento de 20 millones de personas depende de la clasificación, eliminación y remediación de los residuos plásticos desechados. Hay que tener en cuenta a estas partes interesadas para garantizar que la transición a una economía circular sea justa y equitativa para los menos responsables del problema.
Necesitamos una normativa que establezca claramente cómo vamos a prevenir la fuga de los plásticos restantes al medio ambiente, incluidos los requisitos para ampliar las infraestructuras, por ejemplo, de reciclado.
Asimismo, estas tres facetas, necesitamos un plan común sobre cómo pagaremos todo esto y sobre cómo deben informar los gobiernos y las empresas sobre el tipo y la cantidad de plásticos producidos, incluida la información sobre las materias primas.
Hemos apoyado sistemáticamente las acciones de la ONU que exigen una actuación internacional audaz en cuestiones urgentes relacionadas con el clima y el medio ambiente. Mientras los gobiernos miembros de las Naciones Unidas negocian un tratado sobre la contaminación por plásticos, las circunstancias son cada vez más terribles. Hacemos un llamamiento a los gobiernos, y no sólo a nuestros colegas corporativos, para que actúen con valentía apoyando de inmediato una normativa internacional vinculante sobre el ciclo de vida completo del plástico. Como voz colectiva, pedimos a los gobiernos del mundo que creen un tratado sólido, con normas y medidas globales jurídicamente vinculantes, para impulsar la circularidad y frenar la contaminación por plásticos a escala global. Es hora de que todos, desde los gobiernos hasta las empresas, empiecen a jugar con las mismas reglas.
Fuente es.wefroum.org
Junio 2023